lunes, 11 de julio de 2011

¿Para qué sirve la educación y tener un nivel cultural?

           
imagen: http://www.sateliteclasea.com/la_cultura_t.e.c.html
           Es llamativo que en pleno siglo XXI cada vez se de menos valor a la educación y a tener un nivel cultural apropiado. Esto se demuestra casi diariamente en los medios de comunicación que parecen esforzarse en proponer modelos de personas lamentables a imitar, generalmente caracterizados por el analfabetismo, soberbia, arrogancia, atrevimiento (¡qué atrevida llega a ser la ignorancia!), la ligereza a la hora de emitir juicios personales sobre todo en tertulias mediáticas, donde se les hace compartir plató (o más bien circo) con personas que nadie sabe qué se les pasó por la cabeza a la hora de sentarse frente a semejantes monigotes,  o caracterizados por su predisposición a menospreciar o a no valorar en su justa medida las cosas, acontecimientos o personas, o también por su ligereza a la hora de despilfarrar, consumir o incentivar ambos comportamientos.
            También nos venden casi diariamente arquetipos de modelos a imitar del mundo de la fama, ya sean actores, deportistas, cantantes, famosetes en general, que en algunos casos participan en campañas que nos incentivan a consumir o que nos presentan en revistas y demás medios de comunicación para que envidiemos sus éxitos  o nos regodeemos en sus desgracias.
            Sea como sea el objetivo de todo esto no es nuevo, ya lo pusieron de moda los líderes romanos en la antigüedad, al darse cuenta de que la estrategia de "Pan y Circo" funcionaba, o lo que es lo mismo "Alimento y Entretenimiento", es decir conseguir que la población tenga un nivel de abastecimiento alimenticio básico y que esté distraída para que no piense en la manipulación y el engaño continuo a los que está siendo sometida, ni desee pensar (como dijo aquel sabio callejero "pienso, luego estorbo") ya que si lo hacen empezarán a cuestionarse muchos de los aspectos negativos del sistema (que benefician a un muy reducido grupo de personas) y podrán convertirse en un peligroso e imparable enemigo al que parar los pies. Desde los medios de comunicación (muy controlados por unos intereses concretos), grupos religiosos, grupos económicos o grupos políticos asistimos casi diariamente a una continua manipulación informativa,(consultar este enlace sobre las 10 técnicas más comúnes de manipulación mediática por Noam Chomsky) a veces ocultando asuntos que no les conviene que salgan a la luz, a veces tergiversando hechos acaecidos, a veces omitiendo toda la información y sólo mostrando la que se necesita para infundir, justificar o descalificar un mensaje, hecho o idea, o a veces distorsionando toda o parte de la verdad con un objetivo: adiestrar, amansar, aborregar y crear una población a la que conducir por la senda deseada, que no es ni más ni menos que la de una mano de obra dócil que siga soportando envites de todo tipo (económicos, políticos, ideológicos ...) a los que se le somete sin que protesten o consiguiendo que las protestas se diluyan y pierdan fuerza. Es más fácil y deseado emitir o repetir programas de entretenimiento-atontamiento que programas que nos informen de los continuos problemas que nos afectan o que nos van a afectar, o que nos hagan reflexionar sobre lo que puede ocurrir si seguimos actuando de una forma u otra. Es más fácil dedicar el menor tiempo posible a noticias de una gran relevancia que a "supuestas noticias" de menor importancia. Es más fácil centrarse en destripar los entresijos más banales e intrascendentales de una noticia que centrarse en lo que realmente importa de la misma. La excusa es bien clara y en su nombre todo queda justificado, "los todopoderosos niveles de audiencia determinan la programación", pero, si estos medios al igual que hacen ahora se decantaran por emitir programas culturales, informativos, reflexivos más que por programas de carnaza, alcahueteo y creadores de una falsa necesidad, ¿no tendrían niveles de audiencia similares a los actuales?
            La manipulación o desinformación trasciende los medios de comunicación y está extendiendo sus tentáculos al sistema educativo, algo que no es nuevo y que ya se puso muy de moda en sistemas de tipo totalitario o dictatorial (recuérdese la famosa frase del ministro de propaganda de la Alemania Nacional Socialista, Joseph Goebbels, de "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad", o su máxima: la carencia y manipulación de la información nos permitirán mantener el control). Esto se observa en la tendencia a fomentar sistemas privados de educación y a deteriorar, hasta llegar a aniquilar, el sistema de educación público. Cuanta más gente carezca, gracias al deterioro de la educación que hemos citado en último lugar, de unos niveles necesarios y apropiados para culturizarse, más fácilmente serán aborregables y manejables. Por otro lado, sólo las élites podrán alcanzar un nivel adecuado que les garantizará el éxito y reemplazar a sus sustentadores en las cotas de poder. Se va de esta forma acabando con los logros, que tanto tiempo, esfuerzo y sangre costaron, configurando nuevamente un modelo de sociedad similar al de épocas antiguas como la Edad Media, donde sólo un grupo reducido de la población y pertenecientes a estamentos privilegiados (realeza, nobleza o clero) detentaba el control del resto, lo que les reportaba a su vez un ingente beneficio económico, mientras la gran mayoría (analfabeta, adiestrada y sometida a un rol que le habían impuesto y asumido de padres a hijos) soportaba las penurias, persecuciones y abusos que les hundían en la más absoluta miseria. 
            Muy interesante en este sentido es la obra "La escuela de la ignorancia" de Jean-Claude Michéa, que trata de cómo para mantener la economía mundial solo será necesario el  20% de la población activa y cómo los líderes de los estados, siguiendo las directrices de aquellos que manejan el sistema capitalista, tienen que encargarse de eliminar la educación pública, creando analfabetos sin juicio crítico, ciudadanos sumisos que no generen problemas y que se sientan satisfechos con lo que el mercado les proporciona (tittytainment: "cóctel de entretenimiento embrutecedor y de alimento suficiente que permitiera mantener de buen humor a la población frustrada del planeta").

Tras leer esta entrada, responde a las siguientes preguntas:
¿Qué ejemplos has conseguido ver en la actualidad de manipulación o distorsión informativa? 
¿Qué importancia tiene para tí adquirir un nivel cultural apropiado?
¿Es necesario aprender cosas a las que ahora no se darles el valor que tienen o no le encuentro una utilidad evidente? ¿Por qué?
¿Qué puede ocurrirme si no aprovecho el tiempo ni los recursos puestos a mi alcance y me dejo llevar por la sensación de que existe un mundo en el que el éxito es fácilmente alcanzable?
¿Cuáles son las técnicas de manipulación más comunes que se aplican hoy en día?
¿Qué peligro amenaza a una sociedad desinformada, desactivada en su interés por saber y que no se cuestiona los problemas cotidianos?
¿Es importante estar informado de lo que ocurre y consultar diariamente diferentes medios de comunicación? ¿Por qué? 
¿Qué debo hacer con la información que recibo a través de los diferentes medios?

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